lunes, 26 de septiembre de 2011

Utopía

Utopía
Por Eréndira Aguado Moreno

Todos tenemos sueños y hoy les quiero compartir el mío, el cual le he atribuido el nombre de  Utopía en México, y por qué lo llamo así muchos se preguntarán, lo denomino así porque una utopía es una proyección humana de un mundo idealizado como lo planteó Tomás Moro en su obra, Utopía es el nombre dado a una comunidad ficticia cuya organización política, económica y cultural es ideal.

En mi sueño México lograba ser un país democrático no sólo como un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, a qué me refiero con esto, a que en nuestro país toda la gente sin distinción alguna tenían las mismas oportunidades para auto realizarse, en las calles ya no se observaba ni se respiraba el temor por la inseguridad ya que por fin se había logrado consolidar el estado de derecho, aquel estado en donde tanto las autoridades como los ciudadanos actuaban conforme a las normas y leyes, por ello todos se respetaban y no vulneraban la integridad ni dignidad de los demás. Ya no se percibían mujeres con niños llorando por hambre y por los escasos recursos para obtener alimento, ya no se observaban niños en las calles trabajando, pidiendo limosna o delinquiendo porque ellos ya asistían a la escuela se preparaban y obtenían los conocimientos, herramientas y habilidades necesarias para lograr en un futuro ser profesionistas y aportar lo mejor de ellos a su sociedad.

En México por fin se había logrado un desarrollo integral en las familias, el desempleo no existía, los hombres y mujeres no veían al trabajo como una obligación para obtener recursos y satisfacer sus necesidades sino al contrario laboraban para ejercer sus habilidades y conocimientos.

La principal preocupación de los políticos y servidores públicos era generar valor público y lograr una mejor y mayor prestación de servicios públicos, de tal manera que la ciudadanía ya no exigía ni pugnaba por la escases y deficiencia de éstos; muchos luchaban por obtener el poder político no para satisfacer intereses personales sino colectivos, en nuestro país había quedado atrás el individualismo, todos se esforzaban por lograr el bien común.

La sociedad ya no sólo exigía y demandaba sino también participaba y se involucraba en los asuntos públicos con el gobierno, de tal manera que el conformismo había desaparecido.

Este fue mi sueño, tal vez una comparación de lo qué es y de lo que debería ser, del México que todos alguna vez soñamos y del México para el cual muchos estamos luchando y trabajando por lograr que se viva un pequeño parecido a esa utopía.

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